Category :Valencia Ciudad

La relación de València con su huerta desde tiempos inmemoriales ha sido siempre cubierta de una mezcla de romanticismo y pura supervivencia. València está ligada estrechamente a su huerta como no puede ser de otra forma, entre otras cosas porque antiguamente fue un enorme humedal del cual ahora solo queda la Albufera.

La chufa y los naranjos en el norte y el arroz en el sur han sido, cosecha tras cosecha, el mantenimiento y a la vez la pasión de los habitantes de la ciudad del Turia, y ya no digamos de su área metropolitana.

La misma ciudad, en tiempos inmemoriales, se reducía a un islote en mitad del río Turia que hoy situaríamos en torno a la plaza de la Virgen y sus alrededores. Más tarde, el hombre iría ganando terreno al agua y el Turia se desdoblaría en dos brazos, uno de los cuales cruzaba desde el Portal Nuevo, pasando por el actual barrio de Carmen y la calle de las barcas hasta llegar en los alrededores de la Ciutadella para volver a reunirse con el brazo principal del río hasta el mar.

Del mismo barrio de pescadores, situado a ambos lados de la citada calle de las barcas, se extendía por el actual centro de València y todavía se pueden contemplar los carteles con los nombres y clasificación de estas calles.

De aquella relación entre ciudad y huerta quedan los ritos ancestrales a los cuales el valenciano de la calle se aferra a través de sus fiestas y tradiciones: La siega del arroz, en Catarroja, el Tribunal de las Aigües o las mismas Fallas son buena muestra del arraigo del pueblo valenciano a la tierra.

Las noticias ahora no son buenas para l’Horta de València, ni de ningún lugar. Pare que la tendencia actualmente es al abandono de los cultivos, de las tierras que durante tanto de tiempo nos ha dado de comer…, pero València sin huerta es una realidad no conocida y no deseada.